Comparto este resumen que hice sobre el asunto de las naves Lizzie Thompson y Georgiana para el curso de Historia Diplomática del Perú, basándome en la obra de John Bassett Moore, abogado, político y escritor estadounidense, versado en Derecho Internacional, funcionario del Departamento de Estado y Miembro del Tribunal de La Haya y de la Corte Internacional de Justicia. El título de la obra es «History and Digest of International Arbitrations».

“Caso del “Georgiana” y el “Lizzie Thompson”: Convención entre los Estados Unidos y el Perú del 20 de diciembre de 1862” de John Bassett Moore.

La insurrección de Vivanco: Durante el segundo gobierno de Ramón Castilla, en 1856, una revolución en Arequipa declaró Presidente al General Vivanco. La revuelta no progresó conforme esperaban los rebeldes, pero recibió el apoyo de la Marina: La fragata Apurímac y los vapores Loa y Tumbes se unieron al movimiento y sus hombres tomaron Islay. Empleando los barcos, Vivanco se trasladó a las Islas Chincha para controlar el tráfico de guano y luego pasar al Callao.

Diversos contratiempos le obligarían a cambiar sus planes, por lo que desembarcó en Huanchaco y tomó Trujillo, Lambayeque y Piura. Castilla partió de Lima al mando del ejército a inicios de 1857, obligando a Vivanco a replegarse. Se retiró, haciéndose a la mar, desembarcando esta vez en el Callao con intención de tomar Lima. Sin embargo, el pueblo chalaco le fue tan hostil que tuvo que retirarse a Islay y luego a Arequipa, perdiendo al Tumbes y al Loa. El Apurímac, comandado por el General Rivas, huyó de la persecución gubernamental, hasta que finalmente atracó en Iquique. Para octubre de 1857, se envió a una comisión encargada de negociar la paz con Vivanco. Fracasó, por lo que el gobierno decidió ponerle fin a la rebelión. Castilla desembarcó en Arica y en marzo de 1858 tomó Arequipa. Aunque Vivanco escapó, la caída de la ciudad significó el fin de la revolución. John Randolph Clay, Ministro de los Estados Unidos en el Perú, describiría la conducta de Vivanco como débil e indecisa desde un principio.

El “Georgiana” y el “Lizzie Thompson”: En enero de 1858, dos barcos estadounidenses, el “Georgiana” y el “Lizzie Thompson”, estaban atracados en Punta de Lobos y Pabellón de Pica respectivamente, cargando guano, cuando fueron confiscados por el vapor Tumbes, que, como se mencionó, estaba ya nuevamente en manos del gobierno. Ambas naves se habían dirigido previamente a Iquique, encontrando al puerto en manos del General Rivas. Fueron rentadas por franceses con el visto bueno de las autoridades del puerto para la carga de guano en los lugares ya mencionados. En estos lugares había simpatizantes de Vivanco y el Apurímac, en manos de los rebeldes, las frecuentaba. Junto a los dos barcos estadounidenses, también se confiscaron dos barcos chilenos. Los barcos fueron llevados al Callao por el Tumbes y su tripulación enjuiciada por contrabando.

Protestas de Clay: Mr. Clay protestó contra el procedimiento abierto a los dos barcos de EEUU. El Canciller Manuel Ortiz de Zevallos replicó indicando que a las naves se les sorprendió contrabandeando guano, en contra de las leyes fiscales y regulaciones comerciales que establecían la prohibición a los barcos extranjeros de incluso ingresar a los depósitos de guano sin permiso del gobierno. Clay rechazó esta respuesta, sosteniendo que el Perú estuvo por dos años en guerra civil y que hubo alternancia en la representación del poder central en varios puertos. Los comandantes de las naves no podían cuestionar el mando de las autoridades locales. Además, para Clay, la voluntad que mostró Castilla para negociar con Vivanco era la prueba de que el gobierno reconocía su condición de beligerantes. En noviembre de 1858, tras fallo judicial, ambos barcos fueron rematados en subasta pública.

Washington: Mientras tanto, en la capital de los Estados Unidos, el Ministro Peruano en ese país, Juan Ignacio de Osma, indicaba que la ley establecía que los barcos debían cargar guano para puertos extranjeros sólo en las Islas Chincha, que la exportación sólo debía llevarse a cabo en barcos con contrato suscrito con el gobierno y que los barcos que fueran sorprendidos violando la ley serían confiscados. Se refirió también a la situación interna del Perú, aceptando que en algunos casos el estallido de una guerra civil confiere derechos a los beligerantes y a los neutrales que comercian con ellos. Pero esto no aplicaba en el particular ya que el gobierno de los Estados Unidos no había reconocido el estado de guerra civil en el Perú, ni se había declarado neutral.

El Secretario de Estado Lewis Cass replicó la nota de Osma con los mismos términos de Clay. La guerra civil les daba a los beligerantes el control de ciertas áreas del territorio. Era entonces deber de todo extranjero evitar interferir en el desarrollo de los acontecimientos. Las negociaciones entre el gobierno y los rebeldes eran para Cass la demostración de la existencia de dos bandos en disputa. Para el gobierno de Estados Unidos no era requisito efectuar un pronunciamiento para que sus ciudadanos asuman determinadas conductas durante una guerra civil. Los hechos acontecidos en el Perú eran la única prueba necesaria para argumentar su posición. El Secretario Cass indicaba que los navíos tenían el derecho a ingresar a cualquier puerto peruano abierto al comercio, y era su deber obedecer a las autoridades que ahí se encontraran. Correspondía a esas autoridades determinar las leyes y procedimientos a cumplir. El cumplimiento de leyes referentes al comercio del guano y su vigencia eran potestad de la administración existente, es decir, de la del General Rivas. Cass afirmaba que cuando los dos bandos están en guerra civil, la porción de territorio en posesión de cada beligerante pasa a estar sujeto a su jurisdicción y las personas les deben obediencia temporal. Pero cuando la posesión de esos territorios cambia como consecuencia de la guerra, la autoridad se legitima, teniendo derecho el bando en cuestión a asumir y ejercer gobierno. De esta manera, los ciudadanos extranjeros expuestos a las leyes de estos gobiernos no deberían estar sujetos a penalidades y castigos como consecuencia de actos que fueron normados por un gobierno que estuvo vigente en determinado momento

Fiscal General Black y réplica peruana: El gobierno estadounidense recurrió a la opinión de un jurista, el Fiscal General Jeremiah Black. Argumentó que los revolucionarios podían ejercer control sobre parte de un territorio siempre que pudiera ejercer el control de forma efectiva. El único compromiso de las naves de Estados Unidos era la neutralidad, y para ejercer ese derecho no era necesaria ninguna declaración del gobierno estadounidense. Para Black, el proceder del Perú contra las dos naves era “contrario al derecho de las naciones” y “repugnante a los principios del derecho natural”. La réplica de Osma, en agosto de 1858, mantuvo la necesidad de un reconocimiento formal de la guerra civil que se libraba en el país por parte de gobiernos neutrales como el de Estados Unidos. Indicó además que los barcos no sólo obedecieron a las autoridades de facto, sino que contrataron con ellas para expoliar un bien del Estado como lo es el guano. Apoyó su argumento con el caso chileno, ya que este país se negó a intervenir en el caso de las tres naves que fueron confiscadas en aquél momento, entendiendo la falta que habían cometido.

Un elemento no fue debidamente abordado por ambas partes: El derecho de los revolucionarios de disponer de los recursos del territorio que ocupaban. No se reconocieron limitaciones y alcances respecto a estos derechos. Para Cass, cuando los depósitos de guano fueron tomados, los derechos pasaron a manos rebeldes, y al ser el guano un artículo comercial, las negociaciones debían hacerse con quienes lo mantenían en su poder. Osma propuso someter el caso a arbitraje y Cass extendió instrucciones al respecto a Clay, indicándole que exija una serie de términos al gobierno peruano mediante un ultimátum. Al expirar el plazo del mismo se procedió a la ruptura de relaciones diplomáticas, pasando el caso al Congreso para su consideración. El Canciller peruano, José Fabio Melgar, reiteró la disposición del Perú de someter el caso a arbitraje.

Acuerdo de arbitraje: La llegada de Abraham Lincoln al poder significó la recuperación de las relaciones diplomáticas entre ambos países, aceptando el arbitraje de un tercer Estado, Bélgica. El 20 de diciembre de 1862 se firmó una convención en Lima, y las delegaciones peruana y estadounidense en Bruselas prepararon la documentación necesaria, presentándola en agosto de 1863. Pero en 1864, el Ministro de Relaciones belga afirmó que el Rey no estaba en condiciones de arbitrar dada la complejidad del caso, renunciando a su rol de árbitro. Según el Ministro de Estados Unidos en Bélgica, el Rey consideraba que la posición de Estados Unidos era débil y no quería fallar en contra de aquél país.

Abandono del reclamo: Por los contratiempos, y motivados por la posición belga, los Estados Unidos dieron por concluidos los reclamos informando de ello a nuestro Ministro en Washington mediante una nota en 1864. Se replicó con una nota agradeciendo la consideración del gobierno de EEUU, procurando el fortalecimiento de los lazos de amistad entre ambas naciones.

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Posteado por: Diego Arbulú | May 30, 2011

Mis finales de Champions

He visto o al menos seguido las finales de la Liga de Campeones desde el año 1999, en donde el Manchester se proclamó campeón de Europa. A continuación, un repaso de aquellos partidos, aprovechando mi buena memoria y la coyuntura de que hace un par de días se disputó una nueva edición que ha coronado a un nuevo campeón (merecidísimo) de Europa.

1999. Barcelona. Se enfrentaron Manchester United y Bayern de Munich. El Bayern se adelantó, 1 a 0, desde el primer tiempo, y parecía tener el partido dominado con la férrea disciplina que uno le supone siempre a un conjunto alemán. Mario Basler había sido el autor del gol. Sin embargo, Alex Ferguson, entrenador de los diablos rojos, supo leer muy bien el partido y a falta de unos pocos minutos para el final, dio entrada a dos delanteros: Teddy Sheringham y Ole Solksjaker. Ambos eran suplentes (los titulares eran Cole y Yorke). Y en el agregado cada uno marcó un gol, le dieron la vuelta al marcador y la copa terminó en Manchester. Nunca olvidaré las lágrimas de Sammy Kuffour, el central del conjunto bávaro, en el suelo, lamentándose del error que costó el 2 a 1 final. Recuerdo que vi ese partido en mi casa.

2000. París. Real Madrid versus Valencia CF. Final española, pero el Madrid se impuso con claridad. Goles de Morientes, Raúl y McManaman. El Madrid había llegado a la final tras eliminar al Bayern. El Valencia, lo mismo ante el Barcelona. Ese Valencia tenía un equipazo, con Gerard López, Mendieta, Farinós, Angloma y Cañizares en la cumbre de su carrera. Y tras el triunfo en la final, el Madrid inició su etapa «galáctica» con Florentino Pérez en la presidencia (ganó las elecciones del verano del 2000 y fichó a Figo).

2001. Milán. Final entre el Valencia CF y el Bayern Munich. El Valencia eliminó en semis al Leeds United (que ahora va como fantasma deambulando por segunda o tercera división inglesa), un equipazo con Kewell, Viduka, el portero Robinson y Río Ferdinand comandando su defensa. El Bayern había llegado tras derrotar al Madrid, con un gol de Elber en el Bernabéu. Terminaron los noventa minutos reglamentarios y estaban empatados 1 a 1, goles de los capitanes, Mendieta del cuadro ché, y Effenberg de los bávaros. Prórroga, y el empate se mantuvo. Penales. Falló Pellegrino y la copa finalmente terminó en Munich. Así el fútbol le daba revancha al Bayern por la copa perdida en 1999.

2002. Glasgow. El Real Madrid llegaba nuevamente a una final europea, esta vez contra el Bayer Leverkusen, el conjunto de las aspirinas. Un buen equipo, con Ballack en todo su esplendor, Basturk, Carsten Ramelow, Bern Schneider, Oliver Neuville, un equipo que era la columna vertebral de la Mannschaft que ese año llegaría a disputar la final del Mundial ante Brasil. Pero el Madrid contaba en sus filas con Figo y Zidane, los dos mejores jugadores de ese momento. Una genialidad del francés permitió que el Madrid alcanzara su novena Copa de Europa. Un centro bombeado de Roberto Carlos, un remate imposible desde fuera del área, y el balón terminó en la escuadra de Butt. Un golazo que valió por un título de campeón europeo.

2003. Final aburridísima. Solo así puede ser calificada una final entre equipos italianos. Ese año se enfrentaron AC Milán y Juventus. Jugaron más a no equivocarse que al fútbol. Como imaginarán, los 90 minutos terminaron 0 a 0. La prórroga, igualmente. Terminaron en los penales, donde Shevchenko marcó el penal que finalmente permitió que el Milán sumara una nueva Champions a su palmarés. El bodrio se jugó en Manchester.

2004. Si la del 2003 fue aburridísima, la de 2004, por los equipos, fue inédita. Se jugó en Gelsenkirchen, en el estadio del Schalke, entre el AS Mónaco (que ayer dicho sea de paso, descendió a segunda división del campeonato francés) y el FC Porto de José Mourinho, que un año antes había ganado la Copa de la UEFA ante el Celtic de Glasgow. El Mónaco había protagonizado grandes partidos y era un buen equipo, con Dado Prso, Morientes, Giuly, Rothen. Había eliminado al Real Madrid y al Chelsea de Ranieri en su camino hacia la final. El Porto, en semifinales, había dejado atrás al Deportivo La Coruña (el artículo previo a este es referente al Depor). En el partido la diferencia entre los dos equipos fue abismal, el Mónaco se borró de la cancha y el Porto ganó 3 a 0.

2005. Estambul. Se enfrentaron dos equipos añejos de la Liga de Campeones. Liverpool contra AC Milán. Los italianos aprovecharon sus oportunidades y creyeron tener el partido dominado tras el primer tiempo. Nadie los puede culpar por confiarse, pues ganaban 3 a 0, con el dominio que un resultado así puede producir. Pero el Liverpool salió a por la épica en la segunda mitad, y a punta de coraje fue sumando los goles que le permitieron empatar el partido. Recuerdo que vi ese juego en casa de mi amigo Jesús, vestido con la camiseta del Liverpool. Empate tras los 90 minutos 3 a 3, prórroga, y penales. El Liverpool se llevó la copa a casa tras un partido inolvidable.

2006. El Barcelona de Ronaldinho se enfrentó al Arsenal de Henry en París. Partido entre los dos equipos de juego más ofensivo en Europa. Juliano Belleti se transformó en héroe blaugrana anotando el 2 a 1 definitivo, que rompía el empate tras los goles de Campbell y Eto’o. Extraordinaria la participación de Larsson, que dio los dos pases gol del Barcelona. El equipo catalán sumaba su segunda Copa de Europa.

2007. Se reeditó la final del 2005, esta vez en Atenas. Milán y Liverpool volvían a verse las caras. Esta vez el cuadro italiano terminaría llevándose la Copa a casa tras ganar 2 a 1, con dos goles de Filippo Inzaghi (Kuyt descontó en los minutos finales). Kaká estaba en su apogeo y fue el mejor jugador de esa edición del torneo, rodeado de Pirlo, Seedorf y Gatusso. El Milán dejó en semifinales al Manchester United (ganó en Old Trafford incluso), y el Liverpool, al Chelsea, en una suerte de clásico contemporáneo que llevaba jugándose con regularidad en las últimas ediciones de la Liga de Campeones.

2008. Moscú. Final inglesa. De hecho, exceptuando al Barcelona, tres de los cuatro equipos en semifinales eran ingleses: Arsenal, Manchester United y Chelsea. Estos dos últimos llegaron a la final de aquél año. El ataque del United era temible, con Tévez, Cristiano Ronaldo y Rooney, pero el Chelsea seguía siendo el equipo duro y compacto que construyó Mourinho y tras un empate de 1 a 1 (con gol de cabeza de Ronaldo incluido), se fueron a la prórroga. Las tablas prosiguieron, y los penales hicieron campeón al Manchester. Cristiano Ronaldo terminó fallando un penal al inicio de la ronda, si, pero el decisivo fue fallado por Terry, capitán de los azules, y el United alcanzó su tercera Champions.

2009. Roma. El United volvía a llegar a una final de Liga de Campeones, esta vez contra el Barcelona de Messi. El club catalán ya había ganado la Liga española y la Copa del Rey, por lo que el triunfo en la final europea supondría alcanzar un triplete (el último había sido el del Manchester de 1999, tras ganar los dos trofeos locales y el europeo). Los goles de Messi y Eto’o llevaron la copa a la Ciudad Condal. Tercera Champions del Barcelona, que igualaba al United y que encumbraba a Messi en lo más alto del Olimpo futbolísitico.

2010. Madrid. Los finalistas fueron el Bayern de Munich y el Inter de Milán, de la mano de José Mourinho. Por primera vez, el partido se disputó un sábado. La alineación ofensiva del Bayern no fue rival para el correoso equipo italiano, que con dos zarpazos de Diego Milito se hizo con el trofeo, ganando 2 a 0. El Inter repitió la hazaña del Barcelona de la temporada anterior, y ganó también el triplete: Liga y Copa italianas, y la Champions a nivel europeo.

Y ya vieron la del 2011, en Londres. El Barcelona ganó su cuarta Champions dándole un repaso al Manchester, especialmente en el segundo tiempo. 3 a 1, con goles de sus tres puntas, Messi, Villa y Pedro. Rooney había logrado el empate temporal para los ingleses. La Champions es el torneo de los campeones de las mejores ligas del mundo, y siempre será fuente de buen fútbol para los amantes de este deporte. Ninguna otra competición a nivel de clubes tiene la calidad de este torneo, que cada año nos deleita y nos da un nuevo campeón.

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Posteado por: Diego Arbulú | May 21, 2011

SuperDepor

Descendió el Deportivo La Coruña finalmente. Perdió 0 a 2 con el Valencia y se fue a Segunda División sin pena ni gloria, siendo una sombra de aquél SuperDepor que tantas alegrías le dio al fútbol.

Y es que cómo olvidar la presencia en el ataque coruñés de hombres como Walter Pandiani, Diego Tristán, Roy Makaay o Albert Luque. Grandes jugadores como Juan Carlos Valerón o Fran, su capitán en aquellas noches de gestas heroicas, o el liderazgo de Mauro Silva o Naybet.

El Depor de la primera década del siglo XXI, específicamente del primer lustro de dicha década, era un equipo de leyenda. Ganó la Liga en el año 2000 con Irureta como técnico. Protagonizó el «Centenariazo» en el Bernabéu, en el 2002, cuando ganó la Copa del Rey en el Bernabéu en un partido que se suponía de celebración para el Real Madrid, que jugaba en su casa y aprovechaba la ocasión para festejar su centenario. Le ganó un partido al Bayern de Munich en Alemania por la Champions, con Roy Makaay en plan estelar (la temporada siguiente el Bayern fichó al holandés). También recuerdo que le ganó al Manchester en Old Trafford. Era verdaderamente un equipazo.

Pero sin duda, el partido que nunca olvidaré del Deportivo La Coruña, es el del triunfo por 4 a 0 al Milán por la Champions 2003-2004. Esa temporada, en cuartos de final, había perdido en San Siro por 4 a 1 (el gol de honor lo había marcado Diego Tristán). Se antojaba una empresa harto complicada, remontarle una goleada a un equipo italiano y de oficio como el Milán, de Nesta, Maldini y Cafú. Un Milán que ostentaba la corona europea ganada en el 2003 ante la Juventus. Recuerdo que vi el partido en vivo, en mi habitación, en Caracas. Los goles fueron llegando uno por uno, hasta que el Depor lo consiguió, eliminando al Milán y pasando a las semifinales del torneo con toda la gloria imaginable.

Ahora el Depor se va a Segunda veinte años después de su último ascenso, pero para mi siempre será de Primera. Le esperaré, confiando en que tarde o temprano vuelva el SuperDepor de aquellas noches mágicas, cuando Riazor era una fiesta blanquiazul y los gigantes de Europa temblaban.

Les dejo un video de aquél 4 a 0 a los rossoneros. Saludos!

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Posteado por: Diego Arbulú | marzo 27, 2011

Expansión territorial de EEUU – Segunda parte

Bien, habíamos mencionado en la primera parte de este artículo (https://diegoarbulu.wordpress.com/2011/03/14/expansion-territorial-de-eeuu-primera-parte/) cómo los Estados Unidos, a base de negociaciones diplomáticas, compras, y mediante las armas, había logrado multiplicar su territorio inicial, formado por las trece colonias que declararon su independencia de la Gran Bretaña en 1776 (la cual, repito, sería reconocida en el Tratado de París de 1783). Así, anexó territorios que pertenecieron en su momento a los franceses, a los españoles y a los mexicanos.

En medio de la guerra de independencia hispanoamericana, los Estados Unidos promulgaron una doctrina, la Doctrina Monroe (por el entonces presidente de EEUU, James Monroe, aunque el autor fue John Quincy Adams, su Secretario de Estado). Básicamente esta doctrina sostenía el principio de «América para los americanos», rechazando cualquier injerencia europea en la región. Era vista como un espaldarazo para la causa independentista latinoamericana, aunque en la práctica no dejaba, en ese momento, de ser sólo una declaración. Años más tarde se convertiría en la piedra angular de la política exterior de EEUU en la región.

Ya en un sentido práctico, el siguiente paso de los Estados Unidos fue comprar Alaska. Tras consolidar la victoria del norte sobre el sur en la Guerra Civil Estadounidense (1861-1865), el país estaba listo para continuar con su política de expansión territorial. Había tomado el control de tierras pertenecientes a las tribus aborígenes que residían en las grandes praderas, consolidando la presencia del Estado en el medio oeste. En ese momento, Alaska pertenecía al Imperio Ruso, que acababa de perder una guerra (la Guerra de Crimea) contra la coalición francobritánica. Este conflicto se había desatado por el deseo ruso de acceder a una salida al Mediterráneo a través de los estrechos turcos (Bósforo, Dardanelos) a expensas del Imperio Otomano, apoyado a su vez por las potencias occidentales y liberales de Europa. Los rusos temían que el siguiente paso de los británicos, aprovechando su debilidad como consecuencia de la guerra, sea apoderarse de Alaska. Y los Estados Unidos temían lo mismo. Su intención entonces era la de matar dos pájaros de un solo tiro: Comprar Alaska para eliminar la presencia rusa en Norteamérica y a la vez evitar que los ingleses se posesionaran de la misma. En 1867, y por un monto final de poco más de siete millones de dólares, los Estados Unidos hacían efectiva la compra del Alaska al Imperio Ruso, necesitado de dinero. Más de millón y medio de kilómetros cuadrados de un territorio rico en recursos naturales, en especial forestales e hidrocarburos.

El nuevo foco de expansión territorial estadounidense sería ahora el Caribe. En especial, la isla de Cuba, que no había participado plenamente en el proceso independentista latinoamericano de la década de 1820. Nuevamente, el Secretario de Estado de Monroe, JQ Adams, había considerado que la anexión de la isla era un elemento vital de la política exterior de los Estados Unidos, llegando incluso a comparar su ingreso como territorio de la Unión a una manzana atraída por fuerza gravitacional a la Tierra. Es decir, así como una manzana madura inevitablemente caerá a la Tierra por la fuerza de gravedad ejercida sobre ella, de la misma forma Adams consideraba que, inevitablemente, Cuba pasaría a formar parte de los Estados Unidos. Antes de la Guerra de Secesión Estadounidense, los estados del Sur consideraban a Cuba como una pieza importante para su desarrollo económico (basado en la agricultura) debido a la producción de caña de azúcar.

En 1868 Cuba inicia su proceso independentista, con varias interrupciones y con cambios en los cuadros de dirigentes patriotas. La prensa estadounidense abogaba constantemente por el bando revolucionario, creando una matriz de opinión en la sociedad favorable a una eventual intervención en el conflicto. La guerra de independencia causaba estragos a la economía cubana por la falta de mano de obra en los cultivos, incrementando así el odio hacia el dominio colonial español.

La excusa que finalmente servirá para que los Estados Unidos entren en el conflicto será la voladura del Acorazado USS Maine, anclado en la bahía de La Habana. Aunque nunca se determinó el motivo por el cuál el barco estalló en pedazos, los Estados Unidos culparon a España por el ataque que dejó más de 200 muertos, y lanzó un ultimátum para que España abandone Cuba. Así empezó la guerra entre la joven potencia y el caduco imperio colonial.

El conflicto tuvo como escenario el Caribe y el Pacífico, debido a las colonias que ahí poseía España (Guam y las Filipinas). Rápidamente los Estados Unidos hicieron valer su superioridad naval y lograron triunfos en Cuba y Puerto Rico. Los Acuerdos de París de 1898 le dieron la independencia a Cuba y cedieron a los estadounidenses el control sobre Guam, Puerto Rico y las Filipinas. Así, Estados Unidos, de ser un país que crecía mediante anexiones, pasa a ser una potencia colonial con dominios de ultramar. Y demás está decir que pasó a controlar Cuba mediante la Enmienda Platt, un agregado que se le hizo a la constitución cubana y que garantizaba el derecho de intervención de los EEUU en temas militares, de relaciones exteriores, o básicamente cuando éste lo considerara conveniente.

Después de esto, el gobierno estadounidense empezó a tener un mayor peso en el área del Caribe, interviniendo según sus intereses. Para unir sus costas en el Atlántico y el Pacífico y siguiendo el sueño de contar con un canal en Centroamérica (originalmente en Nicaragua) para la navegación que comunicara ambos extremos del país, ofreció a Colombia la compra de una franja para construir un canal. Esta oferta fue rechazada, por lo que el gobierno estadounidense propició una insurrección en la provincia colombiana del Itsmo (la actual Panamá). Esta región declaró su independencia del resto del territorio colombiano en 1903, se produjo el desembarco de soldados estadounidenses para garantizar la integridad del nuevo territorio y a los pocos días se suscribió el tratado que permitía que los Estados Unidos inicien la construcción del Canal de Panamá (Tratado Hay-Bunau Varilla).

Así, a través de compras, de guerras, de intervenciones, Estados Unidos se consolida como un gigante durante el siglo XIX e incluso inicios del XX. Multiplica varias veces su territorio original, subyuga a su vecino del sur despojándolo de millones de kilómetros cuadrados, reemplaza a España como hegemón en el sur y el Caribe y pasa a contar con posesiones de ultramar. Hombres como Adams supieron darle un fundamento teórico a esta política expansionista y supieron especialmente actuar en los momentos más oportunos de acuerdo a los intereses de su país. Aprovecharon las coyunturas, los momentos de debilidad de sus competidores e incluso el factor suerte para expandirse y sentar las bases de la potencia que son actualmente.

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Posteado por: Diego Arbulú | marzo 26, 2011

De nuevo, apuntes varios

Por falta de inspiración, flojera o cansancio verídico, aunque tengo ganas de escribir, no me alcanza la voluntad para redactar un artículo completo, así que escribiré breves líneas sobre diversos temas. Pronto retomaré las lecturas, cambiarán los ánimos y volverá la musa creadora para postear artículos más extensos y enriquecedores.

Primero, quiero aprovechar este espacio para felicitar a Guillermo y a Omar. Muchachos, se lo merecen, soy consciente de su esfuerzo y dedicación, los felicito de forma sincera y no queda sino decirles que espero sumarme a ustedes el próximo año. Tengo fe de que así será.

Ayer conocí a PPK. Bueno, ya lo había visto en persona en octubre, cuando fui a un Seminario sobre Cambio Climático en la Cámara de Comercio de Lima y el expuso sobre la problemática del agua. Sin embargo, ayer tuve la oportunidad de tomarme una foto con el. Es curioso, en los últimos días he visto a Keiko, a Toledo, a Castañeda (con quien conversé, pero no me tomé una foto) y ayer a PPK, y el único que causó una impresión positiva y sincera entre la gente del trabajo fue este último.

Esta semana ha sido un festival de comida chatarra. El martes almorcé arroz con langostinos comprado en una cevichería cercana a mi casa. Lo bajé en la noche fumando un purito Montecristo y viendo la luna, que esa noche me pareció más grande que la del sábado (el pasado sábado en general no fue una buena noche, tal vez nos vimos afectados por la luna, quién sabe…) y teñida de rojo. Quise tomarle una foto, pero la cámara estaba sin pilas. Shit happens… El miércoles, por acumulación de trabajo, no pude almorzar, pero en la noche abusé comprando dos pizzas familiares de Papa John’s. Habré comido unos 9 pedazos con varios vasos de Coca Cola. Unas amigas me ayudaron a completar la tarea, terminando en una especie de reunión que debe volver a repetirse pronto. En la misma línea, el jueves almorcé un doble cuarto de libra de Mc Donald’s, en combo grande como Dios manda, y el viernes almorcé lo mismo (en Mc Donald’s) y cené una pizza personal de Papa John’s. Colesterol directo a la vena, pero la verdad es que he bajado de peso por el trabajo y el calor. Seguro me recuperaré (es decir, recuperaré esos kilos) una vez que llegue el invierno.

Tengo ganas, urgencias diría yo, de viajar. A donde sea, y por trabajo, no importa. Pero necesito salir de Lima. Necesito cambiar de aires por unos días, conocer otros lugares. Tuve una reunión el jueves y se tocó ese tema, y se habló de la necesidad de que viaje (por trabajo claro está, pero no importa). Ojalá tenga suerte y sea relativamente pronto. Estoy a la espera de que se organice un cronograma de viajes y me iría feliz a Juliaca o Andahuaylas (sin desmerecer, lo digo por el frío que hace en una y por la particularidad del aeropuerto de la otra).

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Posteado por: Diego Arbulú | marzo 18, 2011

Apuntes varios de la semana

Esta semana fue mi cumpleaños. El 15 de marzo cumplí 27 años. 15 de marzo. Ese día, en el año 44 a.C., fue asesinado Julio César por un grupo de conspiradores. Siglos después, nacería Andrew Jackson, séptimo presidente de los Estados Unidos y conquistador de la Florida. En 1917, el zar Nicolás II abdicaría como consecuencia de la Revolución Rusa. Y 25 años antes, en 1892, fue fundado el Liverpool F.C.

Por caer martes, celebré mi cumpleaños el día sábado 12 en compañía de amigos y mis primas. El martes tuve que trabajar, e igual el miércoles, así que el mismo 15 lo único destacable fue la torta que picaron en el trabajo. Debo reconocer que recibí esa sorpresa un tanto malencarado, por cansancio en realidad, pero aprovecho este espacio para extender las disculpas respectivas a quienes tuvieron ese detalle conmigo.

Agradezco además a mi amigo Julio por la botella de Etiqueta Negra que me obsequió, y a mi amigo Juan por el ejemplar de La Iliada.

Recibí además gran cantidad de mensajes y saludos vía Facebook y por el chat del Blackberry. Gracias a todos los que se acordaron de esa fecha, en especial a la gente que está lejos pero que me siguen teniendo presente pese a la distancia.

El insomnio sigue presente. Llevo días sin poder dormir bien, entre el calor del verano y las pocas horas de sueño de las que he dispuesto estos días por los turnos especiales que he solicitado. Por cierto, pedí esos turnos para poder inscribirme en un curso sobre relaciones bilaterales con Chile desde el Tratado de Ancón hasta el diferendo de La Haya, pero oh sorpresa, el mismo lunes 14, que era el inicio del curso, se canceló por falta de asistencia. Y es que finalmente, aparte de mi, sólo se inscribió una señora. Con dos alumnos, el curso no era para nada rentable, así que he estado trabajando cinco madrugadas seguidas en vano, porque el curso se perdió (no así la plata, que ya me la devolvieron ayer). Hoy logré dormir unas horas en la tarde, pero no más de dos seguidas. Una cantidad «respetable» si tomo en cuenta que he estado durmiendo esta semana de 22.00 a 1.00…

Qué forma tan infantil la del Bayern de Munich de quedar eliminado ante el Inter el día martes. Ganaron 0-1 en San Siro y tenían todo a favor para llevarse la clasificación a la siguiente ronda. Con el empate les bastaba. Incluso, cuando iban perdiendo desde el minuto 4 con el gol de Eto’o la eliminatoria estaba igualada. Remontaron con un arreón de calidad, infaltable cuando están Ribéry, Müller y Robben, pero fallaron demasiados goles y terminaron pagando la falta de definición. Al final Pandev le puso el clavo al ataúd bávaro y el Inter pasó a cuartos, donde se medirá al Schalke de Farfán.

Sobre Libia y Japón, como comentaba ahora con una amiga, Gadafi se ha escudado en la crisis japonesa y en la amenaza nuclear para continuar con su ofensiva. Su objetivo final será recuperar Bengazi, donde podría desatarse una carnicería al ser el principal bastión de la oposición. Al menos Occidente ya ha reaccionado (de forma tardía y timorata, eso sí), y al menos en el papel, no se quedará de brazos cruzados ante el asesinato de civiles. La única salida es que el sátrapa libio abandone el poder. Y sobre Japón, mucha fuerza, que pocas sociedades son tan disciplinadas como esa. Confío en que saldrán adelante y resolverán sus problemas. Será difícil, costoso y doloroso, pero en la adversidad se mide la grandeza de los pueblos, y hablamos de uno que recibió dos bombas nucleares para finalizar el conflicto armado más sangriento de la historia de la humanidad.

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Posteado por: Diego Arbulú | marzo 14, 2011

Expansión territorial de EEUU – Primera parte

No reconocer que el origen de los Estados Unidos como potencia tiene claras raíces imperialistas es negar una verdad evidente. En 1776, cuando se independizó (aunque la guerra finalizaría en 1783 con el Tratado de París), el país estaba conformado por trece colonias ubicadas básicamente entre la costa atlántica y los Apalaches. Una pequeña fracción del total del territorio que poseen actualmente.

El estallido de la Revolución Francesa marcaría el origen de la expansión territorial estadounidense. De la Bastilla al Terror, luego al Directorio y finalmente, Consulado. Napoleón deseaba crear un imperio colonial en las Antillas, centrándose en Haití, e incluyendo los territorios que poseía en América del Norte (Louisiana, Nueva Orléans). Los haitianos se alzaron en armas por su independencia y los franceses enviaron un ejército comandado por el cuñado de Napoleón, el general LeClerc. Ese ejército sería diezmado por la fiebre amarilla (que acabó también con LeClerc) y los haitianos terminarían proclamando su independencia en enero de 1804.

Es en este contexto cuando el gobierno estadounidense hace una oferta al Cónsul Bonaparte para comprar Louisiana. La joven república temía tener como vecino a los franceses, sobre todo en un momento donde el poder napoleónico parecía no tener rival en Europa. Sabía además que el control de Louisiana serviría eventualmente para avanzar hacia el Pacífico, y comprando esta zona tendría acceso al navegable río Mississippi. Por quince millones de dólares de esa época, compraron un total de dos millones de kilómetros cuadrados (la cuarta parte de la actual superficie de los Estados Unidos). Tal vez el negocio más rentable de la historia, porque así Estados Unidos sentó sus cimientos como potencia. La famosa expedición de Lewis y Clark cartografió y exploró el territorio recién adquirido, sirviendo de avanzada para la consolidación de la soberanía estadounidense en el nuevo territorio.

Unos años después, en 1817, el gobierno estadounidense inició una campaña militar, encabezada por Andrew Jackson, contra los indios Seminoles, que habitaban la Florida, en aquél entonces territorio español, y que saboteaban el comercio estadounidense. Jackson se excedió en sus funciones, ejecutando a comerciantes ingleses que al parecer suministraban de armas a los seminoles, y deponiendo al gobernador español de aquella zona. Estas acciones crearon un incidente internacional con la corona española, cuya situación era de por si complicada porque se enfrentaba a movimientos independentistas en sus colonias americanas. Los españoles pidieron una sanción para Jackson, pero John Quincy Adams, que era Secretario de Estado del presidente James Monroe, aprovechó la oportunidad para solicitarle a la corona española que se ocupe debidamente de su colonia o que, en su defecto, se la ceda a los Estados Unidos. Así, se iniciaron negociaciones en 1819 para concretar la venta de los territorios, no solo de Florida, sino también de Oregón, al noroeste de los actuales Estados Unidos. El Tratado Adams-Onís, ratificado en 1821, selló la compra de estos territorios por un total de cinco millones de dólares. España sabía que esta venta sólo detendría momentáneamente el deseo expansionista de los Estados Unidos, y que este país terminaría, inevitablemente, buscando la anexión de Texas, Colorado y California, tal como ocurrió finalmente años más tarde. La importancia de esta compra radica en que finalmente los Estados Unidos lograron acceder al Pacífico, tras la compra de Oregón. El aún joven país ya poseía costas en ambos océanos.

México también ratificaría el tratado. En aquél entonces se encontraba luchando por su independencia de la corona española, y finalmente el nuevo Estado mexicano terminaría siendo vecino de los cada vez más grandes Estados Unidos. En 1825, el gobierno de Washington hace una oferta de compra por Texas, ofreciendo un millón de dólares, y esta fue rechazada. Para 1827 se hace una nueva oferta, esta vez de cinco millones de dólares. De igual forma, no fue aceptada por el gobierno mexicano.

Sin embargo, debido a lo poco poblado de estos territorios, el gobierno de México promovió la migración de colonos estadounidenses a Texas. Estos recibieron tierras y beneficios para alentar su estancia. Pero la llegada de Santa Anna al poder cambió el escenario. Las relaciones entre los colonos y el gobierno central se tensaron, hasta que en 1836, Texas proclama su independencia. Estalla la guerra entre los texanos y las tropas del gobierno mexicano. La «República de Texas», tras un inicio poco alentador, vence en la batalla de San Jacinto y obliga a Santa Anna a firmar el Tratado de Velasco, reconociendo la independencia texana en 1837.

Ocho años después, en 1845, Texas se integra a los Estados Unidos. El presidente estadounidense James Polk ofrece además comprar California y Nuevo México. El gobierno mexicano rechaza la oferta y se rompen las relaciones entre ambos países. Las tensiones se incrementan y los Estados Unidos envían tropas a la frontera. La guerra se iniciaría en 1846. ¿El resultado? Estados Unidos ocupó Ciudad de México, conservó Texas, y anexó California y Nuevo México como indemnización por la guerra, que finalizaría formalmente con el Tratado Guadalupe-Hidalgo de 1848. Así, Estados Unidos anexó más de dos millones de kilómetros cuadrados. Así nacieron Arizona, California, Nevada, Utah, Nuevo México, parte de Colorado y Oklahoma.

El apoyo que la guerra recibió en los estados del sur contrastó con el rechazo que tuvo en el norte. La economía del sur, basada en la esclavitud y la explotación de la tierra, se veía reforzada por la anexión de nuevos territorios. La guerra México-Estadounidense es considerada por muchos autores como una de las causas de la Guerra Civil estadounidense, que estallaría en 1861.

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Posteado por: Diego Arbulú | febrero 26, 2011

Simulacros, Blackberrys y colas

Posteado por: Diego Arbulú | enero 23, 2011

¿Integración latinoamericana?

Con respecto a este tema, mi punto de vista es francamente negativo. No concibo un sistema eficaz de integración regional, al menos no ahora, analizando el panorama político latinoamericano. En la actualidad, las ideologías siguen teniendo un papel y un peso considerable, y condicionan todo intento, real o utópico, de sentar las bases para un verdadero proceso de integración.

Vamos por partes. Venezuela, por ejemplo, dispone de cuantiosas reservas energéticas, empezando por el petróleo y en menor medida, el gas. Sin embargo, esta ventaja es empleada por el régimen de Caracas para coaccionar a los países que dependen del flujo de energía venezolano. Con este propósito se creó Petrocaribe. Y el sistema de integración que encabeza, el ALBA, que agrupa a Bolivia o Nicaragua, por ejemplo, se basa en la lucha contra el imperialismo y en la difusión de lo que llaman el socialismo del siglo XXI, pero más allá de estos elementos en común, no es una alternativa viable para la integración. Es una agrupación ideológica y energética. Hablando de Bolivia, este país andino dispone de reservas de gas y litio, pero vive una coyuntura que le dificulta el entendimiento con sus vecinos, en especial con Chile: el tema de la salida al mar con soberanía. Ayer mismo el presidente Evo Morales declaró que esperaba que Atacama vuelva eventualmente a ser boliviana, una salida desafortunada por demás. Primero, porque ningún presidente chileno le cedería mar o tierra a los bolivianos implicando la soberanía sobre dicho espacio. Si algún mandatario chileno eventualmente hace eso, los militares lo derrocarían a las pocas horas. No solo la integridad territorial de Chile sino su propio sistema democrático estarían en juego. Segundo, porque desde el último gobierno de la Concertación, Chile y Bolivia han venido desarrollando una agenda de trece puntos entre las que se encuentra una eventual salida al mar. Este tema no ha registrado mayor avance desde entonces, pero el expresar que espera que no sólo el mar sino el territorio perdido tras la guerra de 1879 vuelvan a Bolivia no ayudará al normal desenvolvimiento de las conversaciones. Provocarán hostilidad en sectores «duros» de la política chilena que inevitablemente influirán en la posición que asuma Piñera durante los tres años de mandato que le quedan.

Nosotros mismos tenemos un caso contra Chile que se desarrolla en La Haya, esperando un dictamen sobre el diferendo marítimo. Y la desconfianza mutua con Chile se mantiene. El error es de ambas partes, miramos con recelo cómo los chilenos se están armando, y con envidia, tal vez sana, cómo la correcta administración de su Estado les está permitiendo, poco a poco, gozar de un nivel de vida propio de países del primer mundo. Despierta admiración y recelo, pero no podemos negar que el caso chileno nos muestra un camino que hemos seguido y estamos siguiendo con relativo éxito.

Colombia es nuestro principal aliado ideológico en la región. Pero los colombianos hasta hace poco se llevaban mal con ecuatorianos y venezolanos. Al parecer, la llegada de Juan Manuel Santos a la presidencia colombiana ha contribuido a mejorar las relaciones entre los tres países que conformaban la Gran Colombia. Un eventual proceso de integración regional desde el punto de vista peruano debería orientarse hacia Chile y Colombia. Un ejemplo de esto es la búsqueda de una integración de las casas de bolsa de estos tres países (Mercado Integrado Latinoamericano). Los tres países tenemos una tendencia de inversión parecida, y un manejo similar de políticas macroeconómicas.

Brasil es el gran hegemón regional. Ya es la octava economía del mundo, tiene 200 millones de habitantes, cuenta con enormes reservas energéticas y parece destinado a protagonizar en gran parte este siglo. Sin embargo da la impresión de seguir siendo un país aislado. Sus iniciativas a nivel diplomático, al menos con Lula, han sido realmente pobres. En enero pasado visitó La Habana para visitar a Castro sin mencionar nada con respecto a los presos políticos que hay en la isla. Defendió de forma absurda al programa nuclear de Irán ofreciéndose como intermediario ante un régimen que ejecuta a los homosexuales y a las adúlteras, amén de incubar un proyecto atómico con la clara intención de chantajear a occidente. En todo caso Brasil debería iniciar su proyección internacional por partes. Lo primero sería buscar un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. El otro día, conversando con un amigo, me comentaba que un diplomático brasileño le dijo que Brasil tiene más embajadas en África que el Reino Unido. Me parece un poco absurdo. Brasil debería incrementar su presencia en nuestra región. Ya hemos desarrollado juntos la Carretera Interoceánica, pero queda mucho por hacer con ellos y aprender de ellos, en especial a nivel de ciencia, tecnología y desarrollo industrial.

Y sin embargo Brasil parece tener poco interés en sus vecinos. Esa es la percepción que tengo, no sé. Impulsó la creación de UNASUR, que no termina de despegar y que sólo se reúne para resolver crisis puntuales como el conato de golpe de Estado que vivió Ecuador el año pasado.

Todavía nos falta. Las ideologías, las rencillas del pasado, la falta de liderazgo de quien debería liderar el proceso, la misma apatía y falta de interés por conocer a nuestros vecinos son cargas de las que debemos despojarnos antes de concretar un sistema de integración efectivo y que deje de lado intereses particulares para enfocarse en el bien común ya sea latinoamericano o sudamericano. No creo que necesariamente la integración pase por la creación de una nueva organización ni por el nombramiento de un secretario, es algo más de facto, de colaboración eficaz, de confianza, de trabajo en equipo, de consolidación cotidiana.

Muchas veces nos vamos al ejemplo europeo para seguir un modelo de integración y buscar una copia fiel de la UE para aplicarla en Latinoamérica. Craso error. Las naciones europeas tienen ya un concepto de nación desde el siglo XVI. Si bien es cierto que Italia, Bélgica o Alemania nacieron en el siglo XIX, ya su idea de nación estaba presente y dichos pueblos compartían una lengua común, una historia y un conjunto de caracteres que podrían llamarse tradiciones. Luego, al llegar el siglo XX, se enfrascaron en los mayores conflictos de la historia para posteriormente sentar las bases de un sistema de integración efectivo (basado inicialmente en recursos naturales, ojo, el carbón y el acero, necesarios para reconstruir su industria).

Nosotros, con 200 años de antiguedad en promedio, podemos ver el caso europeo como un ejemplo más, pero no como un sistema o modelo a seguir. Cada quien tiene sus particularidades y los acontecimientos históricos nos han marcado de forma distinta. Soy pesimista en cuanto a la integración latinoamericana actual, pero creo que eventualmente, corrigiendo nuestros errores, será posible. De momento, queda también en nosotros la responsabilidad de fomentarla. Aprendamos sobre autores brasileños (que no sean Coelho por favor!), sobre comidas uruguayas (aparte del asado), sobre costumbres chilenas, sobre pintores y escultores ecuatorianos y demás expresiones culturales de nuestros vecinos. Mostremos más interés en conocer sus historias, los hechos que los han forjado como naciones y los hombres que han dirigido sus designios. Ahorremos un poco y fomentemos el turismo regional (el Mundial 2014 y las Olimpiadas de 2016 son excusas perfectas para aventurarnos por Brasil). El camino es difícil, en ocasiones se ha teñido de sangre, pero el esfuerzo de las nuevas generaciones es el único medio para hacer viable la integración.

Posteado por: Diego Arbulú | enero 9, 2011

El Sueño (y la pesadilla) del Celta

Hace un rato terminé de leer «El Sueño del Celta» de Vargas Llosa. La obra narra la vida de Roger Casement, un diplomático británico que viajó al Congo y a la Amazonía peruana (a este segundo destino por encargo expreso de su gobierno) para denunciar los atropellos que la colonización y la explotación de recursos causaban en los aborígenes de ambos países. Los relatos son crudos y muestran lo terrible que puede ser el género humano cuando es embriagado por la codicia y la ambición.

Pero también narra otro aspecto de la vida de Casement. Pese a ser un diplomático británico y servir al Imperio británico en misiones en África y Sudamérica, por haber nacido en Irlanda, Casement desarrolló un profundo nacionalismo y paulatinamente se convirtió en defensor de la causa independentista irlandesa. El hombre cayó en un dilema existencial. Por un lado, su servicio como diplomático le hizo ganar fama y una relativa fortuna, amén de reconocimientos e incluso el título de Sir. Pero sus viajes entre pueblos oprimidos le hicieron ver que Irlanda, pese al benevolente trato inglés, también era una colonia, y sus habitantes se veían obligados a dejar atrás su rica herencia cultural (como su idioma, el gaélico) para convertirse en súbditos de un imperio y de un monarca que gobernaba desde Londres.

Una vez cumplida la mayoría de edad, Casement se fue a vivir a África. Creía fervientemente que la presencia europea en dicho continente representaría progreso, desarrollo y mejoras en la calidad de vida de los aborígenes. Y sin embargo, al poco tiempo, se dio cuenta del verdadero rostro del colonialismo: explotación, crueldad, codicia, vidas miserables que bailaban al ritmo del látigo, la carabina y los revólveres. El libro narra cómo Leopoldo II, rey de Bélgica, controlaba el Congo, un área de dos millones de kilómetros cuadrados donde el era amo y señor. Este escenario se formalizó tras la Conferencia de Berlín de 1885, que le cedió toda el área en cuestión al rey de los belgas.

El gobierno inglés deseaba conocer la verdadera situación que se vivía en el Congo. Bélgica era su aliado, pero no deseaba quedarse de brazos cruzados ante la barbarie que se cometía en África. Y sin embargo, la política y su realismo se terminaron imponiendo. Era imposible para los ingleses sancionar a Bélgica en aquél entonces. Poco a poco la situación en Europa iba cambiando. Alemania ya había derrotado al Segundo Imperio Francés en Sedán, en 1871, y se había constituido como Imperio bajo la égida del Canciller Bismarck. Soplaban, poco a poco, los vientos de guerra en Europa, y los británicos no podían darse el lujo de provocar que Bélgica terminara aliándose con los alemanes.

Y al parecer, fue aún más fuerte la impresión que Casement se llevó al visitar la Amazonía peruana. Acá, en medio de nuestras selvas, donde en aquél entonces -y tal vez incluso ahora- sólo imperaba la ley del más fuerte debido a la ausencia del Estado, se cometían crímenes atroces alentados por el negocio de explotación de caucho encabezado por Carlos Arana y su empresa, la Peruvian Amazon Company. Esta empresa, sin embargo, cotizaba en la Bolsa de Valores de Londres, y hasta allá llegaron los informes de las atrocidades cometidas por los encargados de explotar caucho. Por tal motivo, el gobierno inglés envió a Casement a la zona, para que comprobara por el mismo, visitando el Putumayo, las condiciones en las que la empresa operaba y la veracidad de los reportes que llegaban y hablaban de crímenes espantosos, mutilaciones, violaciones y otras depravaciones del género humano.

Pero nuevamente la política se impuso a la ética. Los caucheros, armados hasta los dientes, eran la única presencia peruana en la zona, codiciada por Colombia. El gobierno peruano no tenía presencia alguna en la Amazonía, y de retirarse los caucheros, dejarían la zona en manos de los colombianos, ansiosos por acceder a las plantaciones de explotación del caucho (un negocio que finalmente terminaría en la ruina cuando, posteriormente, se descubriría la forma de elaborar caucho sintético). Además, la principal ciudad de la zona, Iquitos, se encontraba incomunicada (al menos de forma eficaz) del resto del país, por lo que las remesas que enviaba el gobierno central tardaban meses en llegar. La explotación del caucho era el único negocio rentable que permitía el flujo permanente de dinero en la zona, y de él vivían todos los habitantes de la Amazonía. E Iquitos, en pleno siglo XXI, es la ciudad más grande del mundo ubicada en una selva que no posee acceso vía terrestre (sólo se puede ingresar por el río o por avión).

Y finalmente, en sus últimos años de vida, Casement se involucró de lleno en el asunto de la independencia irlandesa. Debatiendo entre autonomía dentro del Imperio o una insurrección armada que provocara una independencia de facto, viajó a los Estados Unidos buscando apoyo de los miles de irlandeses que residían ahí, descendientes de las oleadas de inmigrantes que llegaron al país del norte durante la segunda mitad del siglo XIX. Y en esas correrías estalló la Primera Guerra Mundial. Esto fue visto por los irlandeses como una buena señal, y se procuraron la ayuda alemana para su causa, enviando a Casement a negociar con el gobierno del Kaiser Guillermo II. De más está decir que estos hechos le valieron el rechazo de la opinión pública británica, y que, tras ser capturado en la costa irlandesa en 1916, fue juzgado y ahorcado por traición a la Corona. Trágico final para la vida de un hombre que se dejó llevar por el nacionalismo tras haber sacrificado tanto en pro de la lucha por mejorar las condiciones de vida de los oprimidos en nombre de un supuesto progreso y desarrollo.

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Posteado por: Diego Arbulú | enero 5, 2011

Empezando el año

¡Feliz año nuevo para todos los lectores del blog! No sé para ustedes, pero en general el 2010 fue un buen año para la mayor parte de personas que conozco. Encontré un nuevo trabajo en el que me siento a gusto, con personas que aprecio (siempre es bueno gozar de buen clima laboral) y que han facilitado mi integración y el desarrollo de mis funciones (es un área nueva en la empresa y los procedimientos han ido desarrollándose sobre la marcha, afortunadamente de forma exitosa). Gracias a este nuevo trabajo tuve la oportunidad de viajar al Cuzco, uno de mis asuntos vitales pendientes, en el mes de noviembre (y también a Arequipa, pero menciono en especial al Cuzco por su carga histórica y su simbolismo como centro turístico. Aún así la «Ciudad Blanca» me gustó mucho, espero volver pronto). Este año además el Perú obtuvo su primer Nobel, en literatura, con Vargas Llosa, merecidísimo desde hacía ya tiempo.

Y este año ha comenzado con fuerza, lo recibí preparándome para trabajar, ya que en la madrugada del primero de enero trabajé, un día particularmente tranquilo valga acotar. Muchas personas indican que hay que verle el lado positivo al empezar el año trabajando, me sumo a esta visión, esperemos que ni el trabajo ni la salud falten durante el 2011.

Tengo pendiente el escribir sobre mis viajes del pasado noviembre, ya que este mes continúan las travesías y no quisiera que el contenido y las observaciones mentales que consideré se acumulen y terminen distorsionándose. Yo, que siempre me he jactado de mi buena memoria, empiezo a tener una que otra laguna mental (que son más bien charcos y se resuelven en cuestión de segundos), tal vez sea por la edad (cumplo 27 este año) o simplemente le de más importancia de la que tiene.

He tomado la determinación además de leer lo más que pueda durante este año. Soy un voraz comprador de libros (debo haber comprado unos 65 en los tres años que llevo de vuelta en Lima, sin contar los que me han regalado), pero muchos terminan en el olvido, luciéndose en los dos libreros que he tenido que comprar para mantener el orden, incluso conservan aún su forro de plástico. Pues bien, ya no será así, y empezaré a leer a buen ritmo, uno semanal. En estos momentos estoy leyendo «El Sueño del Celta», obra de nuestro Nobel. Y sin mencionar la alegría que me causa la visita de una persona muy especial durante el mes de febrero. La veré sólo unas pocas horas, pero desde ya espero con ansias ese momento.

Que el 2011 les traiga a todos prosperidad, momentos felices, salud, trabajo, amor y demás energías positivas.

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Posteado por: Diego Arbulú | diciembre 11, 2010

Agua y Cambio Climático

El cambio climático ha pasado a ser un tema principal de la agenda internacional. Con los niveles actuales de contaminación, aunque el día de hoy se dejara de emitir CO2, ya el medio ambiente estaría irremediablemente comprometido por las emisiones producidas hasta la fecha. En nuestra región, se estima que para el año 2100 tendremos un aumento de temperatura de 2° a 6° C en relación a los niveles actuales, e incluso adoptando medidas eficaces con antelación experimentaríamos un incremento de 1° a 4° C. El ciclo hidrológico se intensificará y los glaciares se derretirán, como ya ocurre en la actualidad en los Andes peruanos. Inevitablemente, los países de más bajos recursos serán los más afectados. En el Perú, dos factores nos hacen más vulnerables aún a los cambios provocados por el calentamiento global: Un porcentaje importante de nuestro PIB depende de ramas económicas sensibles a eventuales cambios climáticos, y nuestras actividades económicas están poco tecnificadas y dependen de circunstancias naturales.

En este contexto negativo, debemos considerar el rol del agua como elemento primordial para el desarrollo de la vida en la Tierra. El 28 de julio del presente año, la ONU declaró el acceso al agua limpia como un derecho humano, pero el panorama actual es desalentador. Debido al calentamiento global, se calcula que mil millones de personas se verían afectadas por la escasez del agua para el año 2080. En Europa, 60% de las ciudades realizan extracción del agua a mayor intensidad de lo que esta tarda en reponerse.

¿Cómo enfrentar un posible escenario de crisis? Elaborando un programa para la gestión adecuada de los recursos hídricos. Buscando el bienestar económico sin comprometer la sostenibilidad de los ecosistemas. Adoptando medidas de adaptación: Reciclaje de agua, creación de sistemas de alerta temprana, desarrollo de una cultura del agua, mejorar la disponibilidad de información sobre el tema, mejorar la capacidad de respuesta ante eventos extremos (el BID acaba de facilitarnos un préstamo de US$ 100 millones para mejorar nuestra capacidad de respuesta ante desastres. Consideremos además que se estima que el PIB de un país se reduce en 0.6% cada vez que sufre un evento climático o natural extremo), establecer prioridades en momentos de escasez y buscar mecanismos de cooperación en el tema con países vecinos (en especial sobre recursos hídricos transfronterizos). Tenemos también que mejorar la gobernanza del agua: Fortalecer a las instituciones encargadas del manejo y distribución del recurso, promoviendo la coordinación intersectorial.

En Lima, el 40% del agua potable se pierde por fugas y filtraciones según SEDAPAL: tuberías viejas, falta de medidores, medidores trucados, etc. Y sin embargo, de los aproximadamente 8 millones de personas que viven en esta ciudad, casi el 10% sigue siendo surtido de agua a través de camiones cisterna. Aún así, el consumo de agua per cápita de esta ciudad es mayor al de París, Amsterdam o Frankfurt, lo que es increíble considerando además que Lima es la segunda mayor ciudad del mundo construida sobre un desierto (la primera es El Cairo) y que los ríos de nuestra costa desembocan sus aguas en el mar, desperdiciándolas sin que exista un manejo racional de las mismas. La capital consume 23 metros cúbicos de agua por segundo.

Y a nivel nacional el panorama es aún más complicado. 1 de cada 3 peruanos no tiene agua en su casa. Se requiere una inversión de aproximadamente 10.000 millones de US$ para solventar ese problema. Para el 2021, para nuestro Bicentenario, debemos tener una meta ambiciosa: Que el 100% de la población cuente con energía eléctrica, y que el 95% tenga acceso al agua potable.

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Posteado por: Diego Arbulú | noviembre 26, 2010

Guía para el pasajero del Aeropuerto Jorge Chávez (parte I)

Viajero, hágase un favor y lea esta guía con recomendaciones, consejos y procedimientos a seguir si usted planea realizar un viaje por vía aérea empleando para ello el principal aeropuerto de nuestro país. Como conozco el tema de primera mano, acá les dejo una serie de tips para hacer de su viaje una experiencia placentera, espero les sea de utilidad.

Para empezar, la advertencia de «llegue dos horas antes para vuelos nacionales, y tres horas antes para vuelos internacionales» debe ser tomada al pie de la letra. Si es la primera vez que viaja y no conoce el aeropuerto ni los procedimientos a seguir antes de subirse al avión, llegue más temprano aún. Si usted tiene un vuelo al Cuzco a las 7:00 am, llegue entonces a las 5:00 am al aeropuerto (o antes si es usted novel en esto del volar). La hora que indica el ticket/reserva (en este caso las 7:00 am) es la hora en la que el avión cierra puertas y empieza a dirigirse a la pista de despegue. Además, por procedimientos, las aerolíneas cierran el chequeo de sus vuelos media hora antes en tramos nacionales y una hora antes en internacionales. Es decir, en el vuelo que sale a las 7:00 am a Cuzco, el counter para chequear pasajeros y equipaje cierra a las 6:30 am. Si fuera un vuelo que parte a las 9:00 am a Bogotá, se cierra para el chequeo a las 8:00 am. ¿Qué significa esto? Que si llega después del cierre no podrá chequearse y por ende perderá su vuelo. Y si lo pierde por ese motivo deberá pagar una serie de penalidades de acuerdo a la tarifa de su pasaje para poder cambiar, de ser factible, la fecha u hora de su vuelo.

Además, en el Jorge Chávez no hay diferencias entre counters (mostradores) para vuelos nacionales e internacionales. Todos ocupan la misma área, un total de 54 counters diferenciados únicamente por aerolíneas. No importa que usted ingrese al aeropuerto para efectuar su chequeo por una puerta de la izquierda, del centro o de la derecha, no se moleste en buscar los counters de vuelo nacional o internacional porque no funciona así. Lo que tiene que hacer es saber CON QUÉ AEROLÍNEA ESTÁ VIAJANDO y acercarse al counter respectivo de dicha empresa para efectuar su chequeo. Los primeros counters los suele ocupar Peruvian Airlines, American Airlines, luego Taca, TAM, Copa, KLM, Iberia, Star Perú, LC Busre y Lan, terminando en el counter 54. La diferencia del ingreso (por uno u otro lado) sólo aplica para las llegadas: Del lado derecho del aeropuerto llegan los pasajeros de vuelos nacionales (la entrada de Dunkin’ Donuts). Por el lado izquierdo, es la llegada de pasajeros internacionales (por donde está el avión de Jorge Chávez, bueno, la réplica).

Entonces llega usted a tiempo al aeropuerto, teniendo en mente la aerolínea con la que viaja, y se acerca al mostrador respectivo a hacer su chequeo. Si no encuentra la aerolínea con la que viaja, guíese por las pantallas de información que tiene cada counter en la parte superior (TODOS están identificados con un número del 1 al 54 y con el nombre y logo de la aerolínea en cuestión). Por favor, abra los ojos y LEA, porque hay suficiente información desplegada para que las personas no tengan inconvenientes, aunque aún así hay personas despistadas que pierden tiempo valioso haciendo colas para chequearse en otras aerolíneas que no son la suya. Señores, es fácil, sólo basta leer y hacer caso a las indicaciones que hay en el aeropuerto, que no son pocas considerando que se trata del mejor de Sudamérica por tercer año consecutivo.

Efectúe su chequeo con normalidad. Recuerde, lo ideal es transportar su equipaje mediante maletas, maletines o mochilas. Si va a emplear para tal fin cajas, bolsas de mercado, sacos u otros dispositivos irregulares (en el sentido que no son maletas) por favor tome las previsiones del caso. Fórrelo o protéjalo de tal manera que no sufra daño alguno o sufra el menor daño posible. Ninguna aerolínea se responsabilizará por una caja o el contenido de la misma, ya que la caja no es un equipaje convencional (ni una bolsa de mercado o una cesta). Cuando viaje transportando artículos en esa forma le harán firmar un descargo exonerando a la aerolínea de posibles daños que sufra el bulto en cuestión, así que, nuevamente, tome sus precauciones. Cuando chequee su equipaje le entregarán un ticket por cada maleta chequeada, consérvelos hasta llegar a su destino, pues son el medio que la aerolínea empleará en caso de ocurrir alguna eventualidad con el equipaje (la primera pregunta en ese caso será «disculpe, ¿tiene el ticket de su equipaje?».

Por favor, trate en lo posible de no llevar artículos que puedan ensuciar otros equipajes, en especial líquidos, comestibles como frutas con pulpa y objetos similares. El personal que efectúa el chequeo le preguntará si lleva usted algo de ese tipo, y puede perfectamente decir que no, y por buena fe, le creerán y le chequearán su equipaje. Pero sea considerado, tome en cuenta que hay más pasajeros en el vuelo cuyo equipaje podría verse eventualmente afectado por un derrame o manchas originadas por los artículos que está transportando.

Una vez chequeado y registrado el equipaje, deberá cancelar el impuesto de salida que cobra el aeropuerto. Es el llamado TUUA, Tasa Única de Uso de Aeropuerto, un monto que cobra LAP (la empresa que administra al Jorge Chávez). A partir del 4 de enero de 2011 el TUUA estará incluido en el monto del pasaje y lo cancelará al hacer la compra del mismo, pero de momento hay que seguir pagándolo en el segundo piso.

Entonces suba usted al segundo piso, siga el pasillo principal, pasando el patio de comidas, la tienda de Renzo Costa, y frente a la farmacia y tienda Airshop pasará a efectuar el pago en cuestión. 20 soles para vuelos nacionales, y 95 soles para internacionales. Tras hacer el pago (le colocarán un sticker a su tarjeta de embarque para certificar la cancelación del mismo) pasará usted a la zona de seguridad. Ahí hará una cola cuya longitud dependerá del ritmo de avance del control. Llegará a una banda transportadora con bandejas grises de plástico. Tome una y coloque en su interior todos aquellos objetos de metal susceptibles de ser detectados. Si lleva una laptop, retírela de su mochila o maletín y colóquela dentro de una bandeja para que sea pasada aparte por rayos x (esa revisión por rayos x es el propósito de la banda transportadora). Finalmente, despojado de todo objeto metálico, pase por el arco para comprobar que en efecto usted no porta artículos de metal.

El equipaje considerado de mano es también revisado en la cinta. Por lo tanto, en su equipaje de mano no debe haber cortauñas, lima de metal, tijeras, navajas, cuchillas ni objetos de ese tipo. Tampoco líquidos en recipientes mayores a 100 cc. Si tiene artículos de metal como los mencionados y los detectan en el arco de seguridad (y créame, los detectarán), se procederá al decomiso de los mismos sin posibilidad alguna de reclamo o devolución. Hay unas cajas de plástico transparente al lado de cada arco donde se deposita lo decomisado: Se ve de todo: Navajas Victorinox de 600 soles, cuchillos como el de Cocodrilo Dundee, cortauñas, tijeras, y he visto incluso bates, taladros y hasta un arco con su carcaj de flechas. In cre í ble.

Más consejos en un segundo post, y buen viaje!

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Posteado por: Diego Arbulú | octubre 26, 2010

Tráfico ilícito de drogas

En el mes de enero del presente año, James Steinberg, Secretario de Estado Adjunto de los Estados Unidos (es decir, una suerte de Vicecanciller), visitó nuestro país. Su viaje sacó a relucir dos temas que forman parte de la columna vertebral de nuestra relación con los Estados Unidos: La lucha contra las drogas ilícitas y los riesgos a la seguridad interna que representa el VRAE.

Es necesario orientar la lucha contra este flagelo de forma integral. Independientemente de nuestras posiciones personales con respecto a la legalización de las drogas ilícitas, lo cierto es que hoy por hoy es un delito y nuestro país lo sufre especialmente por su condición de gran productor mundial. Los remanentes de grupos terroristas como Sendero Luminoso, amparados en el espesor de nuestras selvas, han encontrado en el tráfico ilícito de drogas un patrocinador generoso, formando una suerte de híbrido, de simbiosis perversa: El narcoterrorismo. Un grupo pone el dinero y el otro, amparado en una ideología, pone los hombres y la voluntad para proteger las actividades de producción y comercialización. El Estado debe desarrollar políticas sociales eficaces para desarticular su accionar.

El 98% de la coca que se produce en el Perú tiene fines ilegales. El comercio ilegal de este cultivo sigue dominando la producción agrícola de Cuzco, Ayacucho y Huánuco. ¿Cómo contrarrestarlo? Fomentando la presencia del Estado en dichas zonas. Potenciando programas de desarrollo alternativo. Replicar con éxito el caso de San Martín, que ha reducido drásticamente sus plantaciones de coca, reemplazándolas por otros cultivos. Apoyando a las Fuerzas Armadas en sus labores de interdicción en las zonas, que deben ser permanentes, destruyendo pozos de maceración, laboratorios y cultivos ilícitos.

En Tocache (región San Martín) existe un programa piloto que ha permitido que la comunidad deje de cultivar coca para dedicarse a productos como el palmito, cacao, café y arroz. Cuenta con el respaldo del Estado, de USAID Perú (el programa de cooperación de los Estados Unidos) y de organizaciones sociales del propio Tocache. En Aguaytía, región Ucayali, existen programas similares. Las plantaciones han pasado de coca a café con el apoyo de USAID, DEVIDA y la ONU. La comunidad de Aguaytía se hizo acreedora del premio «Selva Ganadora» porque además iniciaron la recuperación y mantenimiento de las cataratas de la zona (como «Velo de la Novia») para fomentar el turismo y como fuente de empleo y riqueza. El café de Aguaytía se exporta ahora a Estados Unidos, Alemania y Dinamarca (el Perú es el principal productor de café orgánico del mundo) y los productores se han organizado en cooperativas.

Estos ejemplos, de comunidades que se han integrado al sistema productivo del país, son un gran estímulo para que la presencia del Estado se incremente buscando multiplicar estos casos. Muestran además que la participación de la comunidad es fundamental para concertar cambios a mediano y largo plazo que favorezcan a todas las partes involucradas.

Sin embargo, en los últimos años se ha desarrollado un fenómeno preocupante, que no es otro que el aumento en la producción de droga en nuestro país. Esta situación se agrava aún más sin consideramos la disminución progresiva de los montos en cooperación contra la lucha antidrogas que nuestro país recibe.

El Perú es, tras Colombia, el país que tiene la relación más estrecha con los Estados Unidos en Sudamérica, y es el tercer receptor de ayuda económica estadounidense en Latinoamérica. Pero no deja de ser preocupante la disminución de los montos de cooperación para la lucha contra el tráfico ilícito de drogas.

La estabilidad política con la que cuenta nuestro país y nuestra sostenida tasa de crecimiento económico, pueden ser factores por los cuales la ayuda de los Estados Unidos ha disminuido. Esto sería un aspecto a rescatar de la relación bilateral de no ser porque las cifras en relación a la producción de droga han aumentado. Es también importante mencionar que el gobierno peruano está preocupado por el accionar de carteles extranjeros, especialmente mexicanos, en el país, y esta es una situación que es necesario combatir. Pero debido a la crisis internacional que afectó a la economía mundial en 2008/2009, la cooperación internacional se redujo en 37%. En 2005, el Perú recibió 47 millones de dólares, en 2009, 42 millones, y para 2010, hemos recibido 35 millones de dólares. La ayuda que recibimos de Washington es cada vez menor, cuando es necesario recordar que la lucha contra el TID es una responsabilidad compartida: la suma de esfuerzos de las partes involucradas para combatir un flagelo que nos es común.

Nuestro país continúa cumpliendo con su cuota de responsabilidad para combatir al TID. Las adquisiciones de equipo militar que el gobierno ha efectuado se centran en material que contribuirá a la lucha contra los focos subversivos que encuentran en el narcotráfico una fuente de financiamiento. Se han creado además programas sociales, recordando que luchar contra la pobreza es también una forma de luchar contra el TID.

El narcoterrorismo es el principal peligro para la paz y la estabilidad nacional, y nada refleja la veracidad de este argumento como la situación que se vive en el VRAE, una zona caracterizada por la producción de coca para uso ilícito, y los constantes enfrentamientos entre grupos narcoterroristas y las fuerzas del orden. El adecuado accionar del Estado es la clave para frenar a quienes desean imponer sus actividades ilícitar basándose en el uso de la violencia. La cooperación internacional es de gran ayuda en ese sentido, para el desarrollo de cultivos alternativos y proyectos de ayuda a las comunidades que faciliten su integración a una sociedad de paz y progreso.

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Posteado por: Diego Arbulú | octubre 12, 2010

33 veces vida

Tenía tiempo cavilando sobre qué escribir en el próximo post del blog, y la verdad es que los artículos más sinceros que uno puede escribir son fruto de la improvisación, no se planifican, sino nacen marcados por las circunstancias y los momentos. Hoy se está dando esa situación, de por si extraordinaria. Hoy, en la noche del 12 de octubre de 2010, los treinta y tres mineros atrapados en la mina San José, en Chile, están empezando a ser rescatados. Cientos de millones de personas en el mundo observan cómo la esperanza brota a la superficie tras superar los 622 metros de profundidad que separan a la misma del refugio que sirvió de hogar a estos hombres por 68 días. Florencio Ávalos, el primer minero en salir, está en estos momentos en la cápsula de rescate, en pleno ascenso a la superficie. Yo observo la televisión con los ojos aguados, tomando este momento como un triunfo de la constancia del hombre, del sacrificio, ante la adversidad.

¡Acaba de salir la cápsula del túnel! Las familias observan, esperando, riendo, aplaudiendo. El minero, Florencio Ávalos, se funde en un abrazo con los suyos. Ya está en la superficie, ya es libre. A esperar el rescate de los 32 restantes, pero con la alegría de comprobar que el sistema de ascenso funciona, con la satisfacción de saber que las familias volverán a reunirse, con la vida brotando de la tierra tras tanta angustia contenida, tras tantos días de espera. Enhorabuena a esos valientes.

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Posteado por: Diego Arbulú | septiembre 22, 2010

«Arriba, ¡Siempre arriba!»

El 23 de septiembre de 1910, el aviador peruano Jorge Chávez, a bordo de un Blériot XI, se convirtió en el primer piloto en cruzar los Alpes, entre Suiza e Italia. Se cumplen mañana entonces 100 años de la hazaña de nuestro pionero de la aviación.

Jorge Chávez Dartnell nació en París, Francia, en 1887. Hijo de padres peruanos, fue inscrito en nuestro consulado en la «Ciudad Luz» como peruano nacido en el extranjero. Cuando contaba con 16 años, los hermanos Wright crearon el primer avión exitoso, en 1903, iniciando así un nuevo período en la historia del transporte mundial. Siendo aún una industria incipiente, atrajo la atención del joven Chávez Dartnell, que inició estudios de mecánica aeronáutica en Francia, obteniendo su licencia de piloto en 1910, cuando contaba con 23 años. Participó en varias competencias regionales de vuelo, en una época en la que la aviación era aún considerada un deporte. Y sin embargo mostró en poco tiempo, cuestión de meses, su pericia en el aire. En julio de 1910 batió dos veces el récord mundial de altura de aquél entonces: En Blackpool (Inglaterra), alcanzó los 1755 metros de alto. Y posteriormente, en Issy-Les-Moulinreaux (Francia), llegaría a los 2652 metros. Verdaderas proezas considerando que en ese entonces los aeroplanos eran máquinas rudimentarias construidas con madera y tela.

En septiembre de 1910, un aeroclub italiano organizó un concurso para el cruce de los Alpes en avión, uniendo Suiza con Italia. Se ofreció un premio de 20 mil dólares, una cantidad considerable a inicios del siglo XX. Decidió participar a bordo de su Blériot XI, con el que había logrado los récords previos. Un avión monoplano y con capacidad sólo para el piloto, hecho, como mencioné anteriormente, de madera y tela. La nave tenía un peso de 110 kilos, alcanzaba una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora y con 50 caballos de fuerza, una cantidad menor a la que produce un motor de Volkswagen Escarabajo en la actualidad. En una máquina así de limitada había alcanzado ya la gloria de los récords mundiales, y con apenas 23 años.

El 23 de septiembre, en la ciudad suiza de Briga, todo estaba ya listo para cumplir la hazaña. El viaje debía durar 45 minutos, y para lograr el cruce de la cadena montañosa, el avión debía superar los dos mil metros de altura. A la 1:30 de la tarde su avión se elevaba majestuosamente en espirales sobre suelo helvético. Se abrió paso entre las montañas nevadas, mientras su avión resistía el embate de los vientos helados. A las 2 de la tarde el avión se aproximaba ya a Domodossola, la ciudad italiana pautada como destino de la histórica travesía. Y a punto de aterrizar, ocurre la tragedia. Su avión se desploma al suelo a 20 metros de altura. La prensa que cubría el evento reseñó que el avión se estrelló de nariz contra el suelo, dando una vuelta de campana y quebrándose, con la cola sobre la parte delantera.

Herido, fue trasladado al hospital de la localidad, mientras recibía las felicitaciones del Rey de Italia y el presidente francés. Llegaron mensajes de apoyo de todo el mundo, y la prensa seguía día a día su estado de salud. No perdió la conciencia por la caída, pero sufrió hemorragias internas que finalmente ocasionarían su muerte cuatro días después, el 27 de septiembre de 1910. Su colega, el piloto Juan Bielovucic, nos trajo a la posteridad sus palabras, ya inmortales: «Arriba, ¡Siempre arriba!». Y el poeta italiano Giovanni Pascoli concluyó una elegía en su nombre de esta manera: “Cae con su gran alma sola siempre subiendo. ¡Ahora sí, él vuela!”.

En una época donde tal hazaña representaba un triunfo enorme de la capacidad e ingenio humano sobre las distancias, el mundo quedó conmovido con la historia de nuestro héroe. Fueron erigidos monumentos en su honor en Suiza e Italia, y el principal aeropuerto de nuestro país lleva su nombre.

Sus restos fueron traídos al Perú por un avión militar francés de 1957.

Trabajo actualmente en aviación civil, y he tenido la oportunidad de observar de cerca los aviones modernos, conozco los procedimientos de seguridad que se emplean hoy en día, he visto la cantidad de personal que se destina para preservar la seguridad de la nave, los manuales de operaciones, las normas y reglamentos que se emiten para regular la aviación civil, y pienso de inmediato en Jorge Chávez cruzando solo a bordo de un pequeño avión de madera una cordillera helada. Ahora el aeropuerto que lleva su nombre ha sido nombrado por tercer año consecutivo como el mejor de Sudamérica. Su legado se mantiene con honor, como debe ser, siempre arriba.

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Posteado por: Diego Arbulú | septiembre 12, 2010

La captura de «Gonzalo»

Hoy, 12 de septiembre de 2010, se cumplen 18 años de la captura de Abimael Guzmán por fuerzas de la DINCOTE (Dirección Nacional Contra el Terrorismo). Para quienes no están familiarizados con la historia, bien sea porque no son peruanos, o por su juventud, poca memoria, «memoria selectiva» o simplemente ignorancia, Abimael Guzmán creó y dirigió al grupo terrorista más sanguinario y destructivo de la historia del Perú: Sendero Luminoso, bajo ideales comunistas y maoístas.

El «Presidente Gonzalo», como era (y es) llamado por sus camaradas, fue catedrático en la Universidad de Huamanga, en Ayacucho, al sur del país. Enseñaba filosofía y desde su posición como docente empezó a frecuentar grupos de izquierda, visitando incluso la República Popular China durante la «Revolución Cultural». Su círculo de influencia y adeptos creció paulatinamente, hasta que pasó a la clandestinidad, abandonando su labor de profesor universitario. En este período se da una escisión en el partido comunista peruano (las minúsculas son adrede), encabezando Guzmán una de las facciones, de corte maoísta, que será la semilla de lo que posteriormente se conformará como Sendero Luminoso. Este nombre se origina de una frase de José Carlos Mariátegui, el principal teórico del socialismo peruano y cuyo pensamiento influyó notablemente en los camaradas de Guzmán Reynoso, quien empezó a abogar por la revolución campesina, inspirándose en lo que había visto en China (la revolución de Mao era eminentemente rural). Desarrolló además una serie de tesis y teorías criticando el rol del imperialismo, el capitalismo y la burguesía.

Al comienzo, las actividades de Sendero Luminoso fueron de carácter ideológico y se enfocaron en Ayacucho, especialmente en la Universidad de Huamanga. A finales de los 70 sin embargo asume la lucha armada. En 1980, cuando se recupera la democracia, se inicia formalmente la guerra contra el Estado peruano y la sociedad. El grupo terrorista pasó a controlar vastas extensiones del territorio nacional, buscando socavar al Estado y propiciar su colapso, permitiendo a Sendero Luminoso alcanzar el poder. Atacó sistemáticamente a la policía y la ejército, y a civiles de forma indiscriminada, sin distinción alguna de clase social. Se ensañaron especialmente con campesinos y comunidades rurales, cometiendo asesinatos a mansalva y efectuando «juicios populares» donde los enjuiciados eran ejecutados sin el menor ápice de humanidad. Todo el que no participara a favor del movimiento, todo el que colaborara con las fuerzas armadas y que mostrara oposición al grupo era asesinado, sumando miles de muertos en sus años de lucha. La guerra contra el Estado llegó a Lima, y Guzmán anunció que el grupo pasaba de actuar en un escenario de guerra de guerrillas a una «guerra de movimientos», prácticamente un conflicto entre fuerzas pares, y que el siguiente paso de Sendero sería buscar el equilibrio en el teatro de operaciones para, finalmente, llevar el peso de la ofensiva y destruir al Estado.

Los crímenes se incrementaron, al igual que los atentados con coches bomba que asolaban la ciudad sin distinción geográfica, atacando blancos dispares, oficiales, militares y civiles. Tomaba ya visos de guerra de exterminio, donde la supervivencia de un bando significaría la extinción del otro. A tal punto llegó la guerra maldita que Sendero llevó a cabo contra la sociedad.

Ya en 1992, la DINCOTE inició una operación de inteligencia en Lima, donde se presumía se ocultaba Guzmán. En Surquillo, en la casa de la bailarina Maritza Garrido Lecca (otra terrorista más, recordemos), suficientes indicios señalaban que era ahí desde donde el «camarada Gonzalo» dirigía sus operaciones. Un día como hoy, 12 de septiembre, cuarenta agentes de DINCOTE protagonizaron un operativo especial, irrumpiendo en la casa de Surquillo y capturando a Guzmán con parte del alto mando de Sendero Luminoso. Archivos obtenidos en la captura precisaban que en 1990 el grupo terrorista contaba entre sus filas con más de 23 mil miembros distribuidos a lo largo del país. Fue enjuiciado, condenado a cadena perpetua (aunque esa basura merece ser fusilada o ahorcada) y encarcelado en la Base Naval del Callao, donde se encuentra actualmente.

Abimael Guzmán es un monstruo y mi niñez en Lima está y estará siempre vinculada a ese nombre, que para mi encerraba toda la podredumbre, miseria y maldad que puede albergar el ser humano. Abimael Guzmán personificaba el odio, la violencia y la intolerancia. Es el responsable directo de miles de muertes, de familias enlutadas, niños huérfanos, de la ruina económica que sufrió mi país por años y de la que poco a poco nos estamos recuperando. Es un terrorista, un sicópata y un maldito hijo de puta que merece, en todo caso, vivir hasta el último de sus días encerrado sin volver a ver la luz del sol. Es un poco triste el ver que la juventud de hoy no sabe quién fue ese bastardo ni la lucha que llevó a cabo contra la sociedad peruana. De Tarata a María Elena Moyano, desde los asesinatos cotidianos de policías, hasta los de alcaldes en las provincias del Perú que fueron teñidas de sangre por el accionar de una organización terrorista. Recuerdo especialmente los atentados de 1992 contra Canal 2 y en la Embajada de Japón, ambos en la av. San Felipe de Jesús María y que remecieron los cimientos de mi casa, ubicada en las inmediaciones de esos lugares.

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Posteado por: Diego Arbulú | agosto 30, 2010

Plan Nacional de Desarrollo – El caso Colombia

Estuve el mes pasado en el Seminario organizado por CEPLAN en el Sheraton y entre las exposiciones realizadas por bolivianos, ecuatorianos, guatemaltecos y otros países, rescato la de Colombia. En Colombia, el Plan Nacional de Desarrollo depende del Departamento Nacional de Planeación. La Constitución de 1991 establece además la creación de un Plan Nacional de Desarrollo.

La crisis económica experimentada en la región en 1998 originó en Colombia una serie de problemas de finanzas y déficit permanente en el presupuesto. Además, existía una gran carga burocrática debido al gran número de entidades públicas de aquél entonces. De 2002 en adelante, con la llegada de Álvaro Uribe a la Presidencia, las entidades públicas pasaron progresivamente de 302 a 204 en ocho años.

Además, en el año 2002, 350 de 1092 alcaldes en Colombia no podían gestionar desde su despacho, por el control territorial que la guerrilla ejercía en vastas zonas del país. Se experimentaba un deterioro progresivo de los indicadores sociales, con una tasa de pobreza de alrededor del 60%. La producción de droga iba en aumento y los grupos armados terroristas se hacían cada vez más fuertes.

Uribe entonces establece el «Estado Comunitario», buscando como objetivo la tranquilidad para el ciudadano. Esta política tenía tres fundamentos: Seguridad en la democracia, inversión desde la responsabilidad social implicando al sector público y al privado buscando además el retorno de capitales al país en forma de inversiones, y la cohesión social mediante el fortalecimiento de los derechos básicos.

Existe un «círculo virtuoso» para alcanzar un Estado eficiente y aplicar la seguridad democrática:

Seguridad —-> Inversión Privada —-> Recaudación fiscal —-> Cohesión social e inversión estatal

Era necesario también invertir en el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas, reducir el crimen, luchar contra el terrorismo y reducir la cantidad de personas desplazadas en el interior del país.

Las políticas adoptadas por el gobierno de Uribe permitieron que haya crecimiento económico en el país incluso tras la crisis financiera vivida en el 2008. El gasto público se hizo eficiente y el país pasó a ser de renta media alta. Para el 2002, las exportaciones colombianas eran de 11 mil millones de US$. En 2009, se contabilizaban en 37 mil millones de US$. El país se convirtió en un gran exportador de productos manufacturados a nivel regional y global. El desempleo pasó de 16% a 12% en el mismo período, y la cobertura de bienes y servicios aumentó. La pobreza disminuyó, de 53% en 2002 a 45% en 2010.

Ahora el plan y las metas se hacen más ambiciosos. «Visión Colombia 2019», en conmemoración al bicentenario de la batalla de Boyacá, que selló la independencia de aquél país, es el nombre del programa elaborado para continuar con el programa de desarrollo colombiano. Los lineamientos del programa se mantienen: Seguridad, confianza, cohesión social y Estado eficiente.

Por último, y refiriéndome nuevamente al «Estado Comunitario», debo decir que este incorpora nuevos elementos a la cultura de lo público en Colombia: Construcción de un Estado gerencial, compromiso permanente de los funcionarios públicos, Estado participativo y rendidor de cuentas, y descentralización, evitando especialmente las duplicidades en cuanto a las funciones de los organismos públicos. El Estado Comunitario tiene seis máximas: Autoridad legítima y sin poder para los violentos, brindar seguridad a todos los habitantes, librar al Estado de corrupción y ponerlo al servicio del ciudadano, buscar la equidad social mediante la disminución de la pobreza, crear espacios para la participación ciudadana, y mantener al Estado en permanente construcción.

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Posteado por: Diego Arbulú | agosto 23, 2010

Irán vuelve a las andadas (una vez más)

Irán ha dado dos señales preocupantes en los últimos días relacionadas con la seguridad y estabilidad del Medio Oriente (y, por qué no decirlo, del mundo). Primero, empezó a cargar combustible para su primera planta nuclear, con la finalidad, según indicaron, de enriquecer -al menos una parte- su uranio en 20%, lo que les daría la capacidad de producir armas nucleares. Además dejaron abierta la posibilidad de construir una nueva planta nuclear. Claro, la justificación para esta inversión e investigación es contar con una fuente de energía alternativa al petróleo para producir electricidad, tomando en cuenta que el país tiene una población de alrededor de 70 millones de personas. La segunda ha sido la presentación un bombardero no tripulado, el primero que producen de este tipo. En realidad no es un arma demasiado avanzada ni efectiva, pero lo preocupante han sido las declaraciones que acompañaron la presentación de al aeronave.

Porque manifestaron que el jet era una suerte de «embajador de la muerte» para los enemigos de Irán, que básicamente son dos, Estados Unidos e Israel. Esas declaraciones de Ahmadineyad, mostrando la falta de tino de quien no comprende la dimensión del adversario al que pretende retar son verdaderamente lamentables considerando que provienen de un Presidente. Y cuando recordamos que tiene fuertes vínculos con Hugo Chávez, entendemos un poco mejor la verborrea del mismo.

Y no es que pretenda justificar una respuesta por parte de Israel o los Estados Unidos en contra de los iraníes, pero estos se encargan de provocar constantemente, en especial al gobierno de Tel Aviv, con frases ya célebres como que «Israel debe ser borrado del mapa», pronunciada por Ahmadineyad allá en el 2005 durante un discurso en una universidad de Teherán. Ya anteriormente he escrito en este blog respecto al arsenal nuclear que Israel mantiene en Dimona, no es novedad alguna que, mientras los iraníes buscan enriquecer el uranio y tener eventualmente la capacidad para al menos disuadir con la posible construcción de una bomba atómica, ya Israel posee capacidad nuclear desde hace décadas.

Muchas veces he leído y escuchado el razonamiento de «pero si los Estados Unidos tienen bombas atómicas, ¿por qué los iraníes no pueden tener las suyas?». Recuerdo una ocasión especialmente patética, donde un profesor de la universidad donde estudié invitó a un diplomático de la UE para darnos una charla, y se tocó el tema de las relaciones entre Irán y la Unión Europea. El profesor no solo trabajaba en aquél entonces (de hecho lo sigue haciendo) para el gobierno, sino que además es actualmente yerno de Hugo Chávez. En fin, salió con ese argumento barato y gastado, y el diplomático de la UE le respondió «la idea (respecto a los arsenales nucleares) no es que se expandan y masifiquen su presencia en más países, sino que, por el contrario, se disminuyan, adecuándose además a tratados y convenios internacionales y a las agencias reguladoras creadas con ese propósito». Simplemente le cerró la boca al yernísimo. Y es que no se puede justificar la ampliación de los arsenales nucleares en el mundo. Ya existen, es algo inevitable, es una realidad que pesa en la construcción de las relaciones entre países nucleares. Condicionaron (y aún condicionan) por casi 50 años las relaciones entre Moscú y Washington. Condicionan las relaciones entre Seúl, Pyongyang y Washington. Condicionan las relaciones entre la India y Pakistán, ya que ambas son naciones que cuentan con arsenales nucleares. Casi llevaron a la destrucción del mundo en 1962. Son una realidad tangible en política internacional. Y ya el escenario está lo suficientemente complicado para que la comunidad internacional permita la entrada de un nuevo país al club atómico que además pregona la desaparición de su enemigo tradicional y desarrolla un programa nuclear al margen de los acuerdos internacionales y sin permitir la presencia de observadores internacionales (IAEA).

Es preocupante que Rusia haya colaborado en la construcción de la planta nuclear iraní que ya se encuentra en funcionamiento. De hecho el uranio que se enriquece en la planta es ruso, aunque estos han indicado que, una vez enriquecido, regresará a aquél país. Habrá que ver si finalmente Rusia continúa con su compromiso de cooperar en materia nuclear con Irán. De hecho, pese a que la planta debería estar operando desde hace más de 10 años, los rusos aplazaron frecuentemente las fechas pautadas, hasta que tras una larga espera la planta está finalmente en funcionamiento.

También preocupa una eventual reacción, no de Estados Unidos, sino de Israel, sin duda el país más amenazado en este escenario. Ya Israel, en 1987, bombardeó una central atómica que los iraquíes construían con ayuda francesa, temerosos de que Saddam Hussein desarrolle armas nucleares. Además, buscará mantener el status quo actual de la región, con ellos como únicos poseedores de arsenal nuclear en Medio Oriente. Y Occidente deberá temer un eventual chantaje iraní en el futuro, como el que sufre con Corea del Norte, un estado paria de la comunidad internacional que recurre a las amenazas y al chantaje como único instrumento eficaz para la negociación. Cada país tiene el derecho de desarrollar tecnología defensiva y disuasiva según sus intereses. Pero la disminución y la no proliferación de armas nucleares es de interés universal por la magnitud y capacidad destructiva de las mismas. Si estallara un conflicto nuclear, desde la distancia, seremos sólo simples observadores, pasivos, de nuestra propia destrucción.

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Posteado por: Diego Arbulú | agosto 20, 2010

El monitor Huáscar y las relaciones con Chile

El 8 de octubre de 1879 finalizó la campaña marítima de la Guerra del Pacífico. Ese día cayó el Huáscar en lucha desigual contra la armada chilena. Nuestro héroe máximo, el Almirante Miguel Grau, pereció en el transcurso del combate. Los chilenos capturaron el barco, repararon los daños que sufrió en Angamos y lo emplearon durante el resto de la guerra. Se suponía que, tras la derrota, el barco debía ser hundido por la tripulación sobreviviente, pero los marineros chilenos detuvieron la apertura de las válvulas.

Una decisión entendible desde el punto de vista chileno. El Huáscar no sólo representaba un barco más para su armada, sino que por sus características era sumamente práctico. Recordemos que en Pacocha, en 1877, el Huáscar se enfrentó a la armada británica del Pacífico Sur, cuyos barcos no pudieron derrotarlo (incluso evadió, convirtiéndose en el primer barco en la historia en hacerlo, un ataque con torpedos autopropulsados). Y ya durante la guerra con Chile el barco le trajo a los sureños innumerables dolores de cabeza, las llamadas «correrías del Huáscar». Durante seis meses el monitor defendió con gallardía nuestras costas, siempre en inferioridad de condiciones, hasta que sufrió el único final posible en tales circunstancias: Cayó en combate junto con su capitán, convirtiéndose ambos en leyenda.

Esta semana, el Ministro de Defensa de Chile, Jaime Ravinet, tras una visita a nuestro país, propuso la devolución del Huáscar como un gesto de amistad y consolidación de lazos fraternos entre ambos países. El barco, desde hace unos 75 años, se exhibe en el puerto chileno de Talcahuano, que sufrió graves daños como consecuencia del terremoto que afectó a Chile a inicios de año.

En lo personal, entiendo la propuesta como un gesto de acercamiento amistoso por parte del Ministro de Defensa sureño. Pero sin duda, viendo las reacciones que su propuesta ha ocasionado en ciertos sectores políticos de Chile, creo que fueron precipitadas y de carácter personal antes que oficial. En todo caso lo que se rescata de todo esto es la necesidad de generar conciencia y voluntades en ambos países para dejar atrás las heridas de un conflicto que al fin y al cabo finalizó hace 127 años. El Huáscar fue capturado por la armada chilena tras un combate, por los daños sufridos en su superestructura tras el bombardeo que sufrió y la apertura de las válvulas, debió hundirse, era ese su destino. Pero la guerra no conoce sino de pragmatismos, y fue rescatado y vuelto a poner en funcionamiento. Creo que al peruano, o a la gran mayoría de nosotros, no es el Huáscar como objeto lo que verdaderamente tiene valor, sino su papel en nuestra historia y el simbolismo de su lucha heroica y desigual. Los restos del Almirante Grau apenas y pudieron recuperarse tras el impacto que le costó la vida, pero no por ello deja de ser un símbolo e inspiración para nosotros. Creo además que en Chile pasa algo similar con el barco «Esmeralda» de Arturo Prat. Barco y Almirante cayeron en Iquique, convirtiéndose en símbolos de la armada y pueblo chilenos. Estoy seguro que, de poder, los chilenos preferirían exhibir el Esmeralda antes que el Huáscar. El primero tiene mayor valor para ellos que el segundo, así como los estadounidenses exhiben al Missouri o los ingleses al Victory, buque insignia de Nelson.

No es necesario que el Huáscar se convierta en tema de debate. No es necesario mancillar su recuerdo ni su simbolismo en ejercicios de chauvinismo absurdos y retrógrados. No es el barco como objeto lo que vale, pues irremediablemente está destinado a desaparecer. Llegará el día en el que el barco no exista más en lo físico, por corrosión, humedad, o como pasó hace poco con el terremoto chileno, que causó que el barco se desplazara de su ubicación original. Incluso hay quienes proponen que hundirlo, tal y como debió haber ocurrido en 1879, es la solución más salomónica. Pero su valor se conservará mientras este país exista, en la memoria colectiva de su población. Es parte de nuestra esencia, como el ceviche, el pisco o la mazamorra morada. Es un bien intangible. El Huáscar no está en Talcahuano, sino presente en todos los peruanos que conocemos su valor histórico y lo reconocemos como símbolo patrio.

Hay muchos otros gestos que el gobierno de Chile podría tener en ánimos de mejorar las relaciones bilaterales sin necesidad de tocar fibras históricas que generen susceptibilidades. La homologación del gasto militar, que fue el motivo de la visita de su Ministro de Defensa, por ejemplo, generaría más confianza entre estos sectores de ambos países. La realización de ejercicios militares conjuntos, la profundización de las relaciones en el formato de «cuerdas separadas». El tema de La Haya condiciona las relaciones, es evidente, pero creo que siempre serán más los puntos de unión que tengamos ambos países que las divergencias. Creo además que ambos países tienen cuerpos diplomáticos de primer nivel, preparados para dejar atrás revanchismos, desconfianzas y recelos. Hace 60 años los europeos se enfrentaban en una guerra de exterminio, ahora miran juntos al futuro trabajando en pro del mismo. Tenemos puntos de vista similares en cuanto a comercio, inversión y desarrollo. Tendamos puentes de hermandad, y construyamos un futuro de paz y confianza.

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